Scorpions, la mejor banda de rock de todos los tiempos, escribió una canción sobre la ciudad de Nueva York a principios de los 80, titulada apropiadamente “The Zoo”. Nueva York siempre se ha enorgullecido de ser la ciudad más caótica y desenfrenada de América, quizá del mundo. Ahora, ha subido de nivel, convirtiéndose en el centro del circo de la inmigración estadounidense con un nuevo giro venezolano.
Casi medio millón de venezolanos que se encuentran actualmente en EE.UU. y no tienen estatus legal pueden obtener el Estatus de Protección Temporal (TPS) si se renueva su designación de TPS. La supuesta justificación para ello es el objetivo del gobierno estadounidense de frenar la oleada de inmigración ilegal, como también demuestra el programa de Libertad Condicional Humanitaria, que también incluye a los venezolanos, que pueden ser apadrinados por patrocinadores ciudadanos estadounidenses para ser puestos en libertad condicional en EE.UU. Ambos programas permiten a los venezolanos estar protegidos de la deportación (a menos que cometan un delito de deportación) y obtener autorización para trabajar.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, se vio inmerso en la vorágine del debate sobre la inmigración en Estados Unidos porque Nueva York se convirtió en el epicentro del nuevo terremoto inmigrante, cuyos temblores y réplicas se perpetúan en el ciclo de noticias de 24 horas. Luego avivó las llamas llamando al presidente Biden y pidiéndole ayuda para absorber y ayudar a una afluencia masiva de inmigrantes ilegales, más de 100.000 de los cuales proceden de Venezuela. En mi opinión, el alcalde Adams no está preparado para dirigir la ciudad más caótica de Estados Unidos. Su postura oscilante sobre la inmigración y su doblegamiento ante las presiones políticas de sus electores, junto con su amor por la atención mediática, han contribuido a crear una situación caótica en la que los gobernadores republicanos utilizan fondos estatales para llevar en autobús a miles de inmigrantes a Nueva York.
Ahora, todos los venezolanos que se encontraban físicamente en Estados Unidos antes del 31 de julio de 2023 tienen derecho a la protección del gobierno y a la autorización de trabajo, mientras que las personas procedentes de muchas otras naciones asoladas por la guerra y con problemas no reciben una limosna del gobierno estadounidense. La ciudad de Nueva York siempre se ha posicionado como el supuesto centro de EEUU. En lo que respecta a la inmigración, Ellis Island y la Estatua de la Libertad representan su identidad de ser el corazón de la inmigración estadounidense en general, así como los “Outer Boroughs”, es decir, Queens, Brooklyn, el Bronx y Staten Island, que tienen más residentes inmigrantes que no inmigrantes.
He ejercido la abogacía de inmigración durante más de dos décadas y fui inmigrante al crecer en Nueva York, por lo que me considero una autoridad en ambos temas. Puedo afirmar, dado este nuevo ingrediente con sabor venezolano y el caos de la inmigración en el que estamos inmersos, que la condición de la ciudad de Nueva York ha alcanzado el nivel de caos más alto de su historia.